Este conflicto, de plena actualidad, tiene su origen más de un siglo atrás, debido a las diferencias y rencillas entre judíos y musulmanes. Se lleva a cabo en Oriente Próximo, en los territorios de Palestina e Israel.
Todo empieza con la desintegración del Imperio turco (Imperio Otomano) en el año 1918, finalizada la Primera Guerra Mundial. El imperio se fragmentó, apareciendo los países independientes de Turquía, Irán, Irak y Egipto, y los protectorados internacionales de Siria, Líbano y Palestina, otorgados a Francia y Gran Bretaña con el beneplácito de la Sociedad de Naciones.
Más tarde, tras la Segunda Guerra Mundial y el holocausto nazi, que supuso el exterminio de millones de judíos, los judíos se plantearon la necesidad de reagruparse y de desplazarse al territorio de Palestina. Allí crearon el Haganah (milicia judía) que inició una política de agitación social y de atentados para liberar Palestina del protectorado británico. Finalmente, en 1947, una resolución de la ONU dividió Palestina en dos estados, uno judío (Israel) y otro palestino (Palestina). Esta resolución fue aceptada por la URSS, Estados Unidos y multitud de países alineados, pero contó con la oposición de la mayoría de los países árabes de Oriente Próximo.
La expulsión de los palestinos de los territorios entregados a Israel supuso el estallido del enfrentamiento y el inicio de la primera guerra árabe-israelí, ya que los palestinos no aceptaron la creación del nuevo Estado judío.